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Gloria Drosos

Almond mom/ Trastorno alimenticio


Almond mom/ Trastorno alimenticio  

 

Una madre comienza a moldear la forma en que su hijo ve el mundo desde el momento en que lo sostiene. Uno de los factores más influyentes en el desarrollo de una persona es la crianza, y su impacto es aún más profundo en la relación entre comida y cuerpo, pero claramente esto depende de muchos otros factores.  

 

¿Cómo se originó? 

El término "Almond mom" se popularizó gracias a un clip viral en el que la exmodelo Yolanda Hadid aconseja a su hija Gigi comer almendras para calmar su hambre. Este momento capturado durante el comienzo de la carrera de modelaje de Gigi reveló una verdad que muchas personas ya sabían: la influencia de la madre en la relación con la comida. 

 

¿Qué es una “Almond mom”? 

Las "Almond mom" son madres que imponen restricciones alimenticias excesivas a sus hijos, promoviendo a menudo la delgadez como símbolo de belleza y salud. Sin embargo, este enfoque puede tener consecuencias negativas, afectando su relación con la comida y provocando ansiedad constante por su aspecto físico. Sus creencias están profundamente influenciadas por la cultura dietética, que valora la apariencia por encima del bienestar general. 

 

Efecto en los hijos 

Los hijos de "Almond Moms" pueden tener graves consecuencias físicas y emocionales, como trastornos alimenticios.  

  • Anorexia nerviosa 

  • Bulimia nerviosa  

  • Trastorno por atracón 

  • Ortorexia 

  • Ansiedad 

  • Depresión

  • Perfeccionismo 

  • Dismorfia corporal, etc. 

Los jóvenes pueden internalizar la idea de su valor personal relacionado con su delgadez. El psicólogo Michael Levine destaca que la crianza en un entorno como este, puede actuar como detonante para aquellos predispuestos a desarrollar trastornos alimenticios. La presión constante por cumplir con estándares imposibles genera una atmósfera de estrés que impacta profundamente en la forma en que los hijos perciben su cuerpo y su valia como persona. 

 

 

 

El Ciclo de la Cultura de la Dieta: De Madre a Hijo 

Las “Almond mom” suelen ser víctimas de la cultura de la dieta en la que crecieron. La idea de que el control del peso es sinónimo de éxito y bienestar ha sido promovida por la sociedad durante mucho tiempo. Influenciadas por sus propias experiencias y presiones sociales, buscan “proteger: a sus hijos del estigma del sobrepeso, sin darse cuenta de que están perpetuando un ciclo perjudicial. 

 

 La relación que los padres tienen con sus hijos tiene un impacto emocional a largo plazo, según la Teoría del Apego de John Bowlby. Si una madre transmite sus preocupaciones por la alimentación y el peso a sus hijos, es probable que crezcan con esas preocupaciones, lo que perpetúa un ciclo generacional de obsesión con la delgadez y el control alimentario. 

 

¿Cómo construir el camino hacia una crianza saludable? 

  • Enseñar autonomía alimentaria: Los niños deben aprender a escuchar sus cuerpos y a tomar decisiones alimenticias basadas en sus necesidades en lugar de seguir reglas estrictas. 

  • Los padres pueden enfocarse en la salud integral, que incluye el bienestar mental, físico y emocional, en lugar de centrar la conversación en el peso o la delgadez. 

  • Los padres pueden servir como ejemplos positivos al mostrar una actitud equilibrada hacia la comida, disfrutando de ella sin culpa y sin imponer restricciones severas. 

  • Buscar apoyo profesional: Si ya hay signos de trastornos alimenticios o problemas emocionales, pueden ser guiados, tanto  padres como a hijos, hacia una relación más saludable con todo lo que los rodea 

 

Un Cambio Necesario en la Forma de Criar 

Las "Almond mom" reflejan una sociedad que está obsesionada con la delgadez, pero su enfoque de controlar estrictamente la alimentación y el peso puede causar trastornos alimenticios y problemas de salud mental en los hijos. Es fundamental cambiar hacia una crianza que priorice el bienestar integral, promoviendo una relación equilibrada y saludable con la comida, donde esta sea fuente de nutrición y disfrute, no de control. Por lo tanto, es posible criar una generación que tenga un sentido de valor propio que va más allá de su peso y una relación positiva con su cuerpo. 

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